DIA, empresa histórica de la distribución de alimentos en España bajo la etiqueta Low Cost, un equipo directivo nefasto y un plan de expansión a nivel mundial con altos niveles de deuda y sobre todo optimismo llevaron al borde de la bancarrota a la histórica empresa española, el resultado la entrada de uno de los grupos con peor reputación del mercado, LetterOne, especialista en la compra por destrucción de empresas con problemas. 

El mundo financiero y sus instrumentos, para el que los conoce, permite a tiburones como Fridman, hacerse con compañías a coste 0, utilizando y siempre presuntamente este tipo de derivados para simular tras vender la posterior compra del mismo número de títulos a un precio inferior, y sobre todo, arrastrar generando una falsa confianza, a miles de inversores a ampliaciones de capital que tienen un único objetivo exclusión o liquidación. Si le añadimos préstamos convertibles, quitas millonarias, conversiones y finalmente la conversión temporal en un cajero a coste 0, tenemos una típica operación en el mercado español de buitres sin escrúpulos contra inversores con avidez de promediar y espiar sus culpas. 

Ahora mismo teóricamente un 77.7% de la compañía es de Friedman, el resto de bancos e institucionales que tienen provisionada su posición a precio de ampliación, e inversores donde al precio que marca hoy, ninguno gana dinero. 

Es complicado ver compañías que coticen a precios donde sobre el papel, nadie gane un solo euro, ya que el precio de cotización está prácticamente a la par del ultimo precio de ampliación, pero alguno dirá que esta afirmación no es correcta, y claro que no lo es, hay gente que gana mucho dinero, y lo gana porque si compras deuda al 20% y la canjeas al 100% realmente ganas un 80%, un buen margen y un buen cajero, presuntamente claro está. 

Que no es una empresa para invertir esta claro, y puede tener valor, la red de distribución y capacidad de DIA sería una compra ideal para una cadena como Amazon para la recogida y distribución y “reventar” literalmente el mercado alimentario español, pero llegados a este punto, lo que se lleva haciendo hace meses es una macro operación financiera donde lo que importa es la creatividad y no el negocio. 

La realidad es que solo los que han canjeado deuda por acciones ganan, algún minoritario perdido, algún banco que juega con opciones, poco más, la apuesta sería tratar de jugar la partida y que nos arrastren en la misma, esto es peligroso, pero cuando sale bien, es muy rentable. 

Estas operaciones tienen varias fases, la primera la caída brutal tras el anuncio de ampliación hasta el último día, ya que todas suelen ser un fracaso, tender a nominal mas prima. Esto lo hay cumplido a rajatabla, el segundo paso es tenerla días o incluso meses(en este caso la cosa ya no pinta bien) depurando papel de institucionales que trataron de garantizar la ampliación (y cobraron por ello), de segunda vuelta y de especuladores nerviosos. Si esto se depura en 4/6 semanas, es buena señal. Luego hay que subir el valor de forma vertical, doblarlo si es posible, rápido, acompañado de especulaciones o noticias, hay que abrir “la tienda” y vender el elixir de la juventud. En ese momento hay que vender, rápido y olvidarse. Luego la acción se convertirá en su parte visible, volatilidad en vena y juego de especuladores y algoritmos de segunda, y en su back, fuente de estructuras con garantías, derivados, fuentes de liquidez como contrapartida… porque señores y señoras, como he dicho, y siempre presuntamente, esto es una partida de ajedrez donde la empresa es secundaria, lo importante es sacar el máximo partido a toda la gama de instrumentos improductivos para ganar dinero que ofrece una cotizada como esta. 

Lean y traten esto como lo que es, una historia de ficción, donde alguien especula con teorías conspiradoras, alguien que sabe muy poco de esto, o alguien que ha odio una bonita historia en un bar y no ha hecho mas que reproducirla. En 4 semanas, la segunda parte y respuesta. 

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