Si en algo tengo experiencia es en perder batallas y guerras, y sí, incluyo guerras, es bonito y motivador el decir “He perdido la batalla, pero no la guerra”, pero también frustrante, he perdido muchas guerras, cuando la pierdes, a otra cosa, será por guerras. La única que debes morir matando, la de una enfermedad mortal, el resto, mejor seguir vivo y contar la derrota. 

Una de mis guerras perdidas ha sido la de la radio, 4 años detrás de el sueño de crear algo que perdurara en el tiempo, verme como los Herrera o Gabilondo estando décadas en un programa, con esa sintonía de cabecera que muchos reconocieran en los primeros compases, pero no, pese a empeñarme con Sinatra, la BSO de Sin Reservas o Tristeza de amor, y pese a haber tratado de enfrentarme en tres guerras al destino, me rindo, pierdo la guerra de la radio, no soy un profesional del medio, el programa no era rentable en ninguno de sus formatos, y los oyentes no eran ni lo suficiente en número ni interés para ninguna emisora de radio. Justo es reconocer la derrota y errores, pero justo también el comenzar otras guerras. 

Uno no juzga lo que hace, lo juzgan los demás, pero cuando el que lo hace, lo hace como parte de una diversión o entretenimiento con un solo objetivo, el onanismo intelectual, comienza otra guerra, a esta la llamaré la guerra “estilo y finanzas”, y es que no hay mayor acto hedonista que el de escucharse y gustarse, leerse y quererse y verse en su conjunto y aplaudirse, y eso y no otra cosa es para mi Estilo y Finanzas. 

Las tertulias financieras para mí, son las mejores de la radio en años, las de viajes, mil vueltas a las de mis ex compañeros, las variedades, únicas en parrillas atestadas de sucesos, politiqueos, criticas y subvencionados. 

Estilo y Finanzas se creó con un objetivo, dejar mi legado, y dejarlo muchos años a merced de quien quiera escucharlo, verlo o leerlo. 

De momento, en esta nueva batalla, estoy reclutando adeptos para escribir de boxeo, rugby, moda masculina, economía, gastronomía, opera, arte, relojes, plumas, bebidas y puros, viajes… 

El siguiente punto es potenciar tres redes sociales : Twitter, Pinterest e Instagram 

El último crear un podcast donde pueda hablar de lo que me de la real gana, con quien me de la real gana… 

El objetivo : Quien quiera escucharlo, pero que nadie espere un programa comercial, políticamente correcto o encorsetado por anunciantes o similares, la libertad de no buscar ningún beneficio material se recompensa con la suerte de poder hacer y decir lo que me plazca, yo pongo los principios, los valores y doy rienda suelta a que cualquiera que participe diga y haga lo que le plazca. 

El reto web y artículos lo tengo superado, el reto podcast es mi siguiente batalla, la guerra, ser fiel por fin a mis principios e ideas, ser un productor querido y respetado por mi mismo, y hacer algo que  recoja lo que yo querría, en la actualidad no hay ningún programa audio visual que cumpla estas premisas en ninguno de sus formatos, en prensa escrita, solo Gentleman y a nivel concepto The Rake, ellos son y serán mis referentes. 

Trataré de vestir mi estudio de podcast de ese aroma nostálgico de la radio donde mezclar micro auriculares y ninguna ventana, echaré de menos a mi Nestor de turno, que me ayude a que todo salga bien, dé entrada a entrevistados y en el fondo, dirija el programa entre bastidores, pero nada es perfecto. 

Otro de los objetivos, hacer una revista trimestral, con lo mejor de dicho trimestre, muy visual, muy cara, y donde cada copia cueste lo que nos pida la imprenta. Repito, es EGO, es ONANISMO, ambas en mayúscula, no es negocio, aunque el mejor negocio sea precisamente ese, el que te satisface. 

Agradecer a los que me ganaron distintas batallas, de todos aprendí, a mis guerreros, la verdad, nada que agradecer, siempre peleé yo solo en primera linea, el responsable de perder esta guerra he sido yo. 

Señores, quien quiera, que me acompañe, en breve, mis nuevos guerreros, los que me acompañen, en segunda linea, seguro, en estas guerras siempre soy el protagonista, para bien o para mal, pero nunca rendirse es mi lema, y huir cuando toca también, huir no, retirarse como un caballero, reconociendo la derrota, que es lo que hago en este articulo, reconocer que la radio, a la que quise, a la que quiero, me ha ganado la partida, y lo ha hecho, porque ninguno ha estado a la altura.