Todos los que llevamos décadas en el sector, recordamos a los teléfonos, como esa orden que cada día alguien nos daría o ejecutaría como valor seguro a futuro. Pero como esas estrellas que se apagan, esos futbolistas que fueron todo y no son nada, o esos tipos que se llevaban a todas de calle y ahora pelean por esconder canas y arrugas, Matilda, ha caído en desgracia y parece que nadie la quiere. 

En primer lugar la política de crecimiento desde 2000 en la compañía a base de endeudamiento comprando filiales en Sudamérica, Inglaterra y Alemania, no sentaron bien al gigante español, mal timing, malas decisiones, altos precios y un coste no asumible de financiación, han llevado a telefónica a ser un valor que desde 2015 que alcanzara los 11 euros, no ha levantado cabeza. 

Dividendo, vendito dividendo, ya lo decía el señor Emilio Botín, que en paz descanse, Santander pagará dividendo siempre, ganemos o perdamos, somos el valor de toda cartera que se precie y confíe en el “ a mi cada año me cae un 6%”, su hija, de forma inteligente, hizo lo que debía, dividendo, si hay beneficio, y en proporción al mismo. 

Telefónica a estos precios ronda el 7% de dividendo, en una situación de tipos 0, me parece un razonamiento mas que apetecible, sigue reduciendo deuda (3.000 millones al año), y emitiéndola claro esta, a tipos muy bajos, pese a que su crecimiento es de un dígito y no cumple con el escenario planteado en 2019, la desviación puede parecer aceptable, entonces, que pasa con telefónica. 

En primer lugar sus 40.000 millones de deuda, pesan y mucho aún en balance, pero lo que realmente pesa, y podemos ver a sus comparables europeas, es algo que puede pasar, si no esta pasando ya, con los bancos, el modelo de las telecos con control total sobre las líneas terrestres de comunicación en las últimas décadas ha muerto. El 5G es posible que sea la puntilla, y si, telefónica es un partner mas, pero no el único como hasta ahora. Sus apuestas por Inglaterra, Alemania y Brasil no han sido lo positivas que hubieran esperado, el buscar replicar el modelo en sudamérica tampoco, que le queda a telefónica, su base de clientes, servicio, conocimiento de marca y un dinosaurio que cuesta mover horrores, mientras que empresas como Masmovil, consiguen seguir restando cuota de mercado. 

Que telefónica tiene un precio esta claro, pero que es muy probable que sea incluso inferior al actual, podría ser. El 5G hará que las líneas analógicas sean parte del recuerdo, las velocidades de trasmisión de datos harán innecesarios esos aparatos que conocemos como router, por lo tanto el servicio que dan a clientes y subcontratan esta en plena caída libre. Si a eso sumamos que las líneas de negocio digitales de medios no han funcionado como esperaban, y que las plataformas como Netflix o HBO les han comido terreno, y en deporte pese a pelearlo, los DZONE y compañía les comen terreno, a telefónica solo le queda o reinventarse o adaptarse a los nuevos tiempos, reduciendo infraestructura, deuda y con un nuevo modelo de negocio que le permita adaptarse o morir. 

Ese es el problema de valoración de telefónica, y lo será de los bancos, sus modelos han finiquitado, las proyecciones a futuro son imposibles de hacer y por tanto sus modelos caducos. Por lo tanto que nos queda como inversores o gestores, buscar futuro, buscar compañías que si vean ese futuro, e invertir en ellas. Acabaran comunicaciones y entretenimiento, siendo una sola cosa, miren Apple o Google o Amazon. Ese será el futuro, a ellos unos satélites 5G y licencias, les basta para hundir a cualquier, los clientes, ya los tienen. SI Apple nos ofrece banco, línea, datos, punto de conexión, entrenamiento, deportes, crédito…… hay muchos mas ciudadanos con un Apple en el bolsillo, que con una cuenta en un banco o una línea en movistar. 

La apuesta clara es por esas empresas, que realmente, como si de Blade Runner se tratase, controlaran si no lo controlan ya, el mundo y por tanto son el futuro. Telefónica, Santander o BBVA, pasaran a ser subsidiarias en el mejor de los casos de todas ellas. Porque, y repito, en quien confían mas y con quien pasan el día, con su móvil y sistema OP IOS o Android, o con su banco “amigo” o su comercial que llama 324 veces al día ofreciéndonos la panacea.