Estos días hay cierta polémica de corrala entre Ferraris o Twingos o Casio y Rolex, la sociedad es fiel reflejo de la realidad, y la realidad es que vivimos en una sociedad a nivel cultura del valor de las cosas bastante mediocre, vivimos de consumir de forma inmediata y destruir, sobre todo de esto último. 

Los jóvenes son capaces de extorsionar a sus padres por conseguir lo último, un iPhone, un bolso, unas zapatillas… pero cual es el valor de todo lo efímero, el placer de que conozca que lo tienes, no el disfrutarlo, y esa es la forma mas idiota de ganar dinero que hay. 

Defender que uno y otro son coches, que ambos te llevan y que tener un twingo es de “listos”, puede ser argumentado, pero no desde la envidia o el insulto, una Ferrari es un coche exclusivo, al alcance de muy pocos, en muchos casos una obra de arte, hay clásicos que son verdaderas inversiones, su mantenimiento es caro, mucho, y eso por lo tanto limita quien pueda tener uno. Dentro de este pequeño número de afortunados, recuerden que Ferrari tiene derecho a veto entre sus clientes, y comprar uno no es una cuestión solo de dinero, es una cuestión de afinidad con los valores de la marca, podríamos pasar a evaluar si comparar ambos coches puede hacerse en base a su uso, nadie compra un Ferrari para sustituir un utilitario, un Ferrari se compra porque es una obra de arte de la ingeniería, de la belleza, conducirlo es algo que te genera una satisfacción que otras cosas no te pueden dar, un Ferrari se disfruta en soledad, se limpia, se conecta cada día a una batería en tu garaje, la música es su motor, un Ferrari se disfruta en carreteras solitarias de curvas de la costa del sur de Francia o del Sur de España. Atendiendo a la historia, principios y partiendo del poder permitírselo, un Ferrari jamás podrá ser comparado con un utilitario, y si yo hiciera una metáfora comparando ambos, con esta explicación creo que quedaría claro, nunca me compararía, por dinero que tuviera, un Ferrari ni para ir a comprar, ni para ir a trabajar y mucho menos, esto si sería una comparación muy a favor del utilitario o Twingo, para hacer ver a los demás el dinero que tengo o el status que tengo, si es este el caso, y solo en este caso, me quedo con el Twingo, pero atendiendo al objeto y concepto, un Ferrari es incomparable a la mayoría de los coches del mercado.

Con la comparación entre un Rolex y un Casio exactamente igual o quizá no,  yo tuve un Casio y tengo un rolex, el Casio me trae grandes recuerdos, fue mi primer reloj, regalo de comunión, un digital con hora, fecha y alarma negro, y eso para un amante de los relojes, nieto de relojeros es algo que sobrepasa lo que sería un simple reloj que indica las horas, pero la verdad es que Casio para mi no es un concepto, no es una historia, tiene valor simplemente por se mi historia, si ese día me hubieran regalado un XXXX esa marca tendría el mismo significado. 

En cambio rolex es historia, es una fundación, es exclusividad, es perfección mecánica, es precisión, es inversión, puedo guardarlo, darle cuerda, pulirlo y observarlo horas disfrutando de nuevo en soledad de lo que considero una obra de arte, puedo devorar libros sobre la historia de rolex, sobre maquinarias, sobre, y aquí coincide su exclusividad a la hora de elegir a sus clientes, quien puede y que debe cumplir para ser cliente de la marca, que ahora sus precios se dupliquen por la falta de oferta, falta de oferta motivada por ser una fundación sin ánimo de lucro. Y ambos dan la hora, y seguro que hay cientos de relojes con funcionalidades parecidas, pero yo nunca tendría un rolex para simplemente saber la hora, lo tengo para disfrutar la historia, para dejarlo de herencia, para que mis hijos sepan apreciarlo, para yo disfrutarlo. 

Y por acabar, la decadencia de la sociedad, sobre todo la española. Yo no puedo permitirme muchas cosas que admiro, pero no por eso voy a defender que mi Range Rover es igual a un Aston Martin DBS ya que ambos me llevan, paso cada semana paso por el concesionario y lo admiro, casualmente hay ahora uno en el escaparate, lo envidio, y me imagino disfrutándolo, conozco la historia de la marca, tengo libros, articulos, revistas, el concepto( aunque reconozco cada vez menos, otra marca que se prostituye) y la historia, la critico, e incluso ahora mismo estaría dispuesto a renegar de ella y pasarme a fiel y devoto de la marca roja, Ferrari, ya que es la única que mantiene su filosofía e independencia, sin un motor o aberración mercedes como mi idolatrada marca que bajo mi opinión murió con el último DB9 hecho 100% en Inglaterra. Exactamente igual con los relojes, afortunadamente estos aún mantienen su historia y ADN, no puedo permitirme un Patek, pero si admirarlo y conocer cada modelo, maquinaria o historia, en resumen admirar y entender, no desear o envidiar, la envidia, ese pecado capital que tanto abunda en este país, ese país donde no preguntas como lo has hecho para conseguirlo, si no primero juzgas e insultas, y luego sacas conclusiones de cual habrá sido el delito que ha cometido para conseguirlo. 

En definitiva, depende quien lo compare y como, un rolex no es un Casio, y si la comparación la hiciera yo, creo que el abismo entre ambos dejaría clara y zanjada la polémica y discusión, Casio ha aprovechado la ocasión pronunciándose y aprovechando la publicidad gratis al igual que Piqué, mientras que rolex sigue a lo suyo sin juzgar y desde un segundo plano siguiendo con lo que sabe hacer, relojes. Y para mi esa es la primera norma de una dama o caballero, ser envidiado pasando desapercibido, y que yo sepa y hasta ahora, ni Rolex ni Ferrari han entrado en esta polémica. 

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