La sociedad degenera a pasos agigantados
El mundo ha degenerado, eso solo podemos juzgarlo, aquellos que hemos cumplido mas de 40, tiempo suficiente para haber vivido la transición de una sociedad, la española, desde una dictadura a una sociedad de libertinaje que no libre, bajo uno de los grandes dictadores de este siglo, las redes sociales.
Cuando era niño, pasaba horas mirando a una pared de gotelé o en el parque sentado en un banco pegando patadas a cualquier cosa que tuviera forma ovalada, a mis amigos los veía y hablaba cuando me los encontraba, a quien no lo era, simplemente lo incluíamos en nuestro grupo con un “juegas al futbol” o “te vienes con nosotros”, lo que se hablaba en el grupo se quedaba en el grupo, y si en algún momento algo se filtraba, era su palabra contra la mía, había un código de honor, incluso entre los drogadictos, ladrones, traficantes…… La imagen, o los “influidores” eran personas famosas, tonadilleras, actores, cantantes, reyes o grandes empresarios, y la única forma de seguir sus tendencias, eran vía revista o vía la primera cadena. Los foros eran los cafés, las plazas, las córralas, los bares o el recreo, los bancos…… Las declaraciones de amor empezaban con una carta o una nota manuscrita, las citas eran cara a cara, los te quiero, los quedamos………….
Los abuelos eran los creadores de opinión y fuente de información, los padres, los tíos, los hermanos mayores. Recuerdo aún a mi abuelo con el Ya en la mano, explicándome porque en la calle había manifestaciones y quien era el culpable…. referentes.
Pero todo cambia, y degenera, ahora lo que digan padres o abuelos es indiferente, google es Dios, las citas se generan vía Instagram o aplicaciones donde las mujeres u hombres desfilan como ganado de izquierda a derecha, alguien es importante por los follower que tenga, no por lo que diga. La forma de comunicarse es vía unos cascos con micrófono, WhatsApp es la plaza, el bar, la cafetería, la córrala, el portal……. mirarse a los ojos es mirarse al movil y con suerte verse reflejado, tu vida transcurre entre foto y comentario, like o follow. En los trenes no se lee nada que tenga hojas de papel, ni tan siquiera prensa gratuita, nadie escucha conversaciones de otros, no hay conversaciones de otros, si no eres fotogénico estas perdido, todo esta en la red, eres lo que escribes, lo que dices, lo que publicas, y degeneramos mas aún, aceptaría blog como “animal de compañía”, pero ni eso, ahora una foto y unas letras que forman un código ilegible de algo llamado “hastag”.
Pues señores, A la mierda, en mi caso soy lo que hablo, lo que escribo, lo que digo, lo que huelo, lo que cuento….. y la maldita hemeroteca, presente, y a su disposición, soy lo que soy, soy lo que digo, pero lo que digo cara a cara, mirándote a los ojos y frente a un café, cerveza o similar. No discuto en las redes, en twitter, discuto en la calle, a golpes si es necesario, a voces, pero intercambiando cosas que puse un día en una red social, es de cobardes, de cobardes de pseudónimos y notitas, de los que nunca daban la cara, de los que se escondían en el patio…….
No voy a aleccionar a nadie, soy activo en redes como twitter (escribo), echo un vistazo a instagram cada día, y me he sentido tentado a publicar alguna foto, pero el 90% de mi tiempo es en el mundo real, el de quedamos y nos tomamos algo, en el de espera te llamo que esto de escribir me pone nervioso, en el de SOY ERES. No puedo dar ejemplo, porque ni he sido capaz de dárselo a mi hijo, su vida gira en torno a un movil, y quemaría ese movil, su Instagram, su WhatsApp, pero sería el equivalente a quitarle el agua a un pez, o el oxigeno a un orangután, su ecosistema no es el mío, y nunca lo será.
Por lo tanto no pretendo ser ejemplo de nada ni para nadie, pretendo simplemente reflejar un sentimiento, de culpa, de incapacidad tan siquiera para trasmitir a mis hijos una filosofía o forma de hacer las cosas, y las ganas de ser el quijote que lucha no contra molinos de viento, contra las cuatro torres de la castellana, porque esto dista mucho de un molino, por tamaño, trascendencia y futuro.
Borregos varios, sin ser borrego, los pocos que lean esto no lo haría, nada es blanco o es negro, pero si se han olvidado de que es sentarse en un banco y ver tendencias de moda, chicas o chicos guapos, de hablar en un bar, de olvidarse del teléfono, de escribir con bolígrafo, de leer pasando hojas de papel con dos dedos….. quizá, y solo quizá, sea el momento de replantearse algunas cosas, o quizá muchas.
Tras desahogarme y sin darme por vencido, retumbando en mi mente Manolo García y la estrofa “mientras quede un olivo en el olivar, y una vela latina en mar………” encabezo una tendencia que consiste simplemente en buscar follower con sentimiento, cara, ojos, perfume, voz y sobre todo alma. Inventa un hastag, quizá #nostomamosalgo?
REGLA NÚMERO 1 ………………. Los sentimientos no se reflejan en ninguna red social, son como los vampiros, no se reflejan en foto alguna.