Hay algo que cada vez me choca mas en esta sociedad de hipócritas en la que vivimos, el número de vagos, maleantes, caras, gente sin ánimo de esforzarse, de crear, de luchar y de llegar a ser por la vía del esfuerzo ha descendido a niveles de subsuelo. La razón o razones, y como siempre desde mi punto de vista, son sencillas, en el mundo que llaman civilizado, desde hace años, los políticos han concluido algo que yo sospechaba hace años, los mediocres, vagos y parásitos del estado son infinitamente mas numerosos que los que se esfuerzan, luchan y sobre todo tratan de ser los mejores o al menos estar entre ellos a base de hacer las cosas mejor que su competencia, por lo tanto si quieres votos de mediocres, promueve la mediocridad y el odio del que justifica su fracaso con cualquier excusa y culpable que le permita en su fuero interno entender que el también tiene “derecho”.
Derechos, el gran cáncer del siglo XXI, se ha prostituido tanto la palabra derecho, que ahora es simplemente la excusa para que el que no quiera esforzarse y simplemente aspire a vivir del resto, tenga una excusa perfecta para sentirse respaldado por políticos y dirigentes, todo mediocre tiene derecho a una sueldo digno, todo vago improductivo, que no quiere estudiar, ni aprender un oficio, ni madrugar tiene por derecho que tener las mismas oportunidades que el que se esfuerza, estudia, trabaja y se deja la piel cada día por ser mejor y hacer a los demás mejor. España es un país de mediocres donde el talento emigra a otros países donde si se premia la excelencia, India, China, Japón, Australia… países donde tienen claro que el esfuerzo tiene recompensa y que los que no se esfuercen simplemente tienen el derecho a vivir de forma digna, y que tienen claro que para que estos vivan de forma digna, los que se esfuerzan deben ser los mejores y generar dinero para poder mantener a esa población no productiva.
En España este gobierno ha conseguido ser esclavo de la mediocridad, pero es que su mayoría o bien es mediocre o bien esta al servicio del voto del mediocre, pero con el anterior sucedía lo mismo, la excelencia en la política es cosa del pasado, los políticos son simples marionetas subvencionadas de las grandes empresas o poderes. Y con todo esto que tenemos, generaciones de chavales cuyos referentes son funcionarios, políticos o influencer, en definitiva cualquiera que con poco esfuerzo, poca preparación y en poco tiempo consigan o bien un sueldo fijo de por vida o bien mucho dinero por no hacer mas que dar voces en un medio digital hablando de tonterías y con un aspecto mas que cuestionable, siempre en horas propias de un piloto con Jet Lag, que madrugar es de pobres.
El 50% de los españoles odian a ese 15% que podría ser clase media o alta, el discurso de la izquierda ha calado hondo, pero es que el de la derecha empieza a ser el mismo, y tiene como objetivo lo mismo, el populismo, el todo para el pueblo pero sin el pueblo, la mediocridad, y es razonable, si el que encabeza el partido es mediocre, y seamos sinceros, hace décadas que no hay un dirigente político que realmente este cualificado para gobernar un país, el resto simplemente pasa por rodearse de gente aún mas mediocre.
Mis hijos no tienen un referente que sea un empresario de éxito, un escritor, una filósofo (estoy dispuesto a caer a ese nivel), alguien que defienda el esfuerzo, el ser el mejor, el tratar de serlo, el luchar, el tener unos principios, pensar … si es tan simple como tener la capacidad de pensar y razonar.
Cada vez la gente tiene menos esperanza, asume que las cosas deben ser como son, los derechos son el comodín del mediocre ,tus derechos empiezan donde acaban los de los demás, seas lo que seas, y seas de donde seas, da igual tu credo o religión, afiliación o condición social, debemos defender a enfermos, a ancianos, a jubilados, a los mas desfavorecidos, pero la consideración como tal no puede depender de alguien que los vea como un voto y les de el comodín de derechos, lo tiene que hacer quien sea lo suficientemente ecuánime para saber que cuanto mejor se repartan esos recursos, mejor será para todos, los derechos para quien se los gana, no para quien los vende por una miserable voto o foto.
Y bajando a mi mundo, el de las finanzas, la mediocridad se sigue imponiendo, esta vez por los monopolios tras las múltiples fusiones de bancos y por la legislación encaminada a solo mantener a los mas grandes en detrimento de las pequeñas entidades, ahora solo hay dos bancos: grandes bancos y chiringuitos. La formación, los broker, las criptodivisas, el mundo es para tontos que se dejan engañar por otros que saben que hay demasiados tontos. No es ético, pero es la pura verdad, la excelencia en la formación hace años que ni existe en los grandes master y escuelas, como algo tan práctico como las finanzas puede tener un cuadro docente donde apenas un 2% son personas que triunfen en su entidad o sector.
Y lo dice alguien que ha fracasado, mis hijos de momento solo buscan una cosa, vivir lo mejor posible trabajando lo menos posible amparados por sus múltiples derechos, incluido el de no poder echarles a la calle y obligarles a que sean conscientes de lo que cuesta ganarse la vida.
Mis derechos pues, se resumen en esta reflexión de domingo, la pataleta improductiva, soy incapaz de promover la excelencia, el trabajo ético por objetivos, la formación y la experiencia, el 90% de los becarios legan 30 minutos tarde y se van 15 antes, salen unas 10 veces a respirar, están una 50% del tiempo con el movil, no preguntan antes de irse si pueden hacer algo mas, no tienen mas inquietud que salir y volver a su mundo de red social, foto y vida irreal subvencionada. Y ojo con ser sincero, de mis últimos 4 becarios, 2 se fueron una semana después, una de ellas con llamada de su padre por medio, 23 años tenía la criatura. Vergonzoso.
Y si, debo ser eso que ahora llaman fascista, de los que no respetan eso que llaman derechos, de los que no está dispuesto a pagar con mi trabajo los caprichos de mediocres, de los que se levanta a las 6 y llega a las 21 y aún cree que puede mejorar, aprender y ser mejor para llegar mas lejos. Que lo que tengo me lo he ganado, que obligo a los que están conmigo a ganárselo, que no aguanto el conformismo, que no estoy deseando que lleguen las 6 y si deseando tener un nuevo objetivo que me permita saber mas, ganar mas y ser mejor en mi trabajo. Que no me rindo, y que cada vez mas no sirve para nada, como digo, de momento, ni he conseguido de mis hijos hacer personas que crean en ese esfuerzo, he de reconocer que a veces me sorprenden, y simplemente cuando les veo esforzarse por algo que no sea salir bien en una foto en instagram, una lágrima virtual rueda por mis mejillas fascistas, las mismas que veía en mi abuelo cuando mi padre, sin estudios, trabajando desde los 11 años, y compaginando estudio, trabajo y ser el mejor en su puesto, llegó a ser directivo de una multinacional en España, que tiempos aquellos donde el esfuerzo era una derecho fundamental, que tiempos aquellos donde los mejores eran realmente eso, los mejores, que tiempos de Rafaeles Nadales, que tiempos estos de Pedris, Gavis o Vinicius …
En cualquier caso ya me conocen, no desfallezco, cual quijote seguiré peleando contra molinos de viento, prefiero ser recordado por ese viejo fascista que no respetaba los derechos, que por ese funcionario o diputado, que se vendió por 100.000 euros al año durante 8 años en el mejor de los casos y un puesto de funcionario corrupto de por vida.