Valorar lo que se quiere es complicado.
El valor de los objetos, para un financiero, “las cosas valen el dinero que alguien esta dispuesto a pagar por ello, en un determinado momento”. Para muchos aunque no lo reconozcan “las cosas valen el nivel de envidia que generen, entre el mayor número de personas, en el menor periodo de tiempo”, para mi, “las cosas valen el nivel de satisfacción que provoquen en mi, durante el mayor periodo de tiempo posible”. Estoy seguro que la mayoría, no aprecie la diferencia entre las tres definiciones, incluso alguno vea algo de todas ellas, en lo que para el sería valor de un objeto, pero les aseguro, que con el paso de los años, siempre y cuando su mente y alma, hayan evolucionado, será la opción 3.
La definición de un financiero (en el mas amplio sentido de la palabra, todos llevamos en el fondo uno dentro), es la que define cualquier objeto sin mas valor que el de darte la posibilidad de comprar otro, realmente no me refiero a estos en este articulo, compras algo que no usas, no te gusta o no tienes aprecio alguno, y simplemente lo vendes para deshacerte de el. En el segundo caso, el mas extendido, compramos cosas, para demostrar algo a los demás, estatus, poder, gusto, y sobre todo con un fin, gustar y ser aceptado, este es el origen del marketing, de las redes sociales, de los canales de venta, en resumen, de cualquier negocio, inculcar que comprando algo, conseguiremos a alguien. Si tenemos cierto coche, zapato, viaje, piso……. Seremos admirados cual influencer por un mayor número de personas, la valoración del objeto esta en función de la admiración que despierta, esta y no otra, es la razón del porqué redes como Instagram y los follower triunfan.
Pero la tercera forma de valorar un objeto, es a la que todos deberíamos tender, al onanismo, al placer y aceptación personal, al disfrute. Un reloj, un coche, unos zapatos, un bolígrafo, una camisa, una chaqueta, un viaje…… no requiero de red social, foto o grupo de personas, son objetos que podrías disfrutar igual tras un holocausto donde solo quedaras tu, o en la quinta avenida. Para disfrutar debes aprender a valorar, por eso hay grandes maestros y libros donde apoyarte, aprender a disfrutar es fundamental, apreciar una obra de arte, una opera, un reloj, una chaqueta de sastre, un perfume, y hacerlo sin importante con quien o quienes, solo el cuando, que y donde. Disfrutar de un plato, un vino, la brisa de primavera, un paseo, un libro….. El paradigma del hedonista del siglo XIX, destruido desde hace décadas por el influencer del siglo XXI.
Por mi parte, mi objetivo, es evolucionar a aprendiz, observador y onanista hedonista como objetivo, no como paradigma. Para disfrutar hay que aprender, hasta hace poco no sabia disfrutar de mi tiempo, apreciar un buen reloj, una chaqueta, una camisa, un vino, una comida, una ópera…..pero sigo aprendiendo, y aprendo distinguiendo entre lo que me gusta y no me gusta y porqué. Y lo dice alguien que ha pasado por un periodo de aceptación (punto 2) que rozaba lo ridículo, del tener sin disfrutar, del disfrutar por ser envidiado, del envidiar….. pero todo error, reconocido, debe tener su fin y propósito de enmienda. Estilo y Finanzas, mi blog, mi programa de radio, mis artículos, son la punta de lanza pública, mi escuela, mi ejercicio de egoísmo semanal. Y si me permiten continuar la próxima temporada, será un ejercicio de egoísmo en grado sumo, donde haré un programa para y por mí, que espero guste a los demás, no guste, despierte el interés por tender a ser del grupo punto 3 en alguna de sus acepciones .
Mi objetivo en los 45 años espero que me queden aun de vida, preferiría un mínimo de 53 que conste en acta, con una salud de hierro obviamente, física y mental, es precisamente esa, ser maestro y aprendiz de personas que quieran descubrir con que disfrutan, sin tener por objeto, provocar envidia en los demás. Curiosidad, si, sería un éxito, envidia, me importa poco, notoriedad cero.
Motivo de esta reflexión, que reflexionen, que dejen de publicar en redes sociales, que creen que gustaría, y publiquen de hacerlo, lo que les guste, aun así un sin sentido como podrán comprobar, salvo con fines como este caso, para despertar la curiosidad de alguno y que vea la luz entre tinieblas. Por mi parte seguiré apreciando, compartiendo e ignorando, otro arte del que otro día hablaré, ignorar, importante, apunten.