Una de las cosas mas difíciles pasados los 40 es envejecer con dignidad

Envejecer con dignidad es de las cosas que, superados los 40, te das cuenta que es de lo mas difícil de, por un lado definir, y por otro, en base a mi definición, conseguir. Y no por mi parte, yo lo tengo claro, por la parte del mundo que me rodea. 

Actrices, famosos, referentes e iconos de la moda, pasados los 40, y algunos ya ni eso, se empeñan en, de forma poco afortunada, parecer mas jóvenes, el miedo a envejecer, a hacerlo con dignidad, parece que cual madrastra de blancanieves, les resulta un gran problema. Hasta hace unos años, las mujeres eran las que se permitían públicamente el luchar contra el paso del tiempo a base de cirugía, de unos años a esta parte, hombres al igual que mujeres, se operan, inyectan y tratan de pasar por chavales de 25 con el mismo éxito que yo, si tratase de tener el mismo pelo que tenia a los 30. 

En mi entorno, hay dos tipos de hombres, los que cumplidos los 40 piensan que todo esta hecho, y que cuidar su aspecto e indumentaria ya es cosa del pasado, y justifican con un “yo ya tengo todo hecho”, el dejar que su mujer le elija la ropa, y que su única decisión cada año, sea comprarse la camiseta y chándal de su equipo de futbol favorito. Luego están los que tras divorcio o separación, vuelven a los 20, y se visten como tal, buscan tener el mismo pelo, usar la misma ropa, volver al gimnasio y esperar como locos que llegue el “finde” para “partir la pana en la calle”. Bueno, permítanme decirles, que con 45, 20 kilos mas que hace 20 años, canas y poco pelo, el polo de Privata, los vaqueros con rotos en las rodillas, y las kelme de velcro, no son la solución. Tampoco ir a Gucci y comprarse una camiseta hortera de logo tamaño King Size, menos aún comprarse una moto deportiva o un descapotable, peor aún pensar que en un bar con chicas de 25/30 tu eres su objetivo, salvo visa o mastercard, quereros un poco por favor.

Y es que parece que es complicado buscar el equilibrio, cuidarse, aceptar que tienes 40 o 50, gustarte, vestir acorde con tu edad, y sobre todo cultivar algo, que si yo tuviera que volver a tratar de enamorar a alguien, y a mi edad, cultivaría, y no es otra cosa que el resultar ser interesante. Sin ser pedante, o recurrir a google, experiencias, conocer lugares, enseñarlos, sorprender con una buena mesa, un lugar especial, una ciudad, un libro, jazz, un cocktail, una terraza, una película, una historia…..

Yo de todo esto me di cuenta hace algún tiempo, y como siempre, es un punto de vista, cuesta, cuesta salir de ese bucle marketiniano de que te hace feliz y que no, pero una vez que sales, es sencillo crecer en esa dirección y no en otra. Yo lo llamo onanismo, otros lo llaman hedonismo… cuidarse aceptando el paso del tiempo, cultivar cada arruga, buscar no solo la belleza, buscar la salud, cultivar el intelecto, aprender, saber, vivir despacio, quererse y querer, enseñar… 

Respeto a cualquiera que no invada mi espacio personal, hagan lo que quieran, opérense, botox, cirugía, ácido… vaqueros ajustados, deportivas, deportivos, tinte, cortes imposibles, traten de aparentar 20 años menos, cada cual, un mundo, pero recuerden, envejecer es un honor, un privilegio, que no todos pueden permitirse, hacerlo en las mejores condiciones posibles, algo que cuesta, algo que se cultiva día a día, algo que requiere constancia. Cultivar la mente, entender que cada día aprendes algo nuevo, leer, disfrutar, descubrir, sorprender y sorprenderte, poder enseñar mas de lo que aprendes. Ser elegante, ser un caballero, tener principios, honor, ética…Envejecer es parte de la vida, no nieguen la evidencia, no pretendan cambiar el ciclo de la vida, parar el tiempo, no se engañen, no hagan caso a esos tipos de 50 que parece que tuvieran 30, mis referentes Sean Connery, Fernando Schwartz, Pierce Brosman, Jeremy Hackett, Eduardo Mendoza, Pablo Isla, Pirlo, Colin Firth o Vincent Cassel. Quedan iconos del buen vestir, estar y saber, no lo duden. Y recuerden, envejecer es parte de la vida, disfrútenlo como un regalo, no como un castigo.