Honorable, honor…..
Honorabilidad, si pudiera comprar adjetivos que me definieran e hicieran honor a mi forma de actuar, sin duda, este sería uno de ellos, Honorable. En la actualidad este adjetivo, suena a rancio, a pasado, a Siglo XIX, a Japón feudal y a duelos a espada o pistola al amanecer, y esto debería preocuparnos, ya que, lo que engloba este adjetivo, es atemporal, necesario, y eje sobre el que debería pivotar la educación de cualquier sociedad que se precie de serlo.
Ni políticos, ni deportistas, ni empresarios, ni artistas, el honor, la honorabilidad, es un término en desuso, no solo a nivel gramático, a nivel ético y social, ya no hay personas que incluyan en su curriculum la de honorables, como otros tantos adjetivos, han pasado a esa lista de innombrables, fascistas, trasnochados, carcas……
Obviamente, honor u honorable, con matices, nunca mataría a hierro o fuego a alguien por honor, ni tan siquiera me haría el harakiri por haber faltado a promesas u obligaciones, pero si usaría la katana de las palabras, para, disculparme y tratar d enmendar cualquier error cometido, por falta de respeto, de principios, de ética…… hacia cualquier persona.
En este momento, la credibilidad, sustituye al honor, y creíble a honorable, créanme, no son lo mismo, creíble es marketing, honorable son principios, no necesito que me crean, necesito ser. Volvemos a ese otro adjetivo al que apelo en estas declaraciones de principios, onanista, no tengo que convencer a nadie, tengo que convencerme a mi, debo ser honorable, no parecerlo.
Alguno pensará que honor y anteponer tus intereses al resto, son incompatibles, no es así, porque mis intereses pasan por hacer lo correcto, y hacer lo correcto es compatible con ser honorable.
Observen este gráfico, recoge la frecuencia de uso de la palabra honorable, podemos por tanto afirmar que su desuso lingüístico, es reflejo de su desuso social.
“Abordar el análisis del concepto de honorabilidad no resulta sencillo pues, como indica la doctrina, en el concepto de honor, reducido a la dignidad de la persona para el desarrollo de la personalidad desde el punto de vista interno, el problema surge cuando se aborda el mismo desde la perspectiva externa, pues existe un amplio debate acerca de qué debe entenderse por honor desde la visión de la colectividad sobre una persona en concreto. Además, existen distintas conceptuaciones del honor atendiendo a cada ámbito específico, de manera que se atiende a su reputación o fama que públicamente ostenta una persona.”
Financieramente hablando, y siendo una de las características exigidas a cualquier empleado de banca o finanzas, cuesta abordar el concepto, por algo será, es mas, hasta cuesta entenderlo, por algo será.
Honor, honorable, para mi incluye respetar, ser ético, tener principios, tener conciencia, cumplir con tus reglas, cumplir a rajatabla el principio de libertad del individuo, respetarte, quererte…… ser un caballero, educado, respeto, ser respetado, respetarte (insisto), porque para trasmitir honorabilidad, ganarte el respeto de los demás, antes tienes que respetarte, y respetarse uno mismo, es mas complicado que hacer que millones de personas te respeten.
Honorable fue mi abuelo Antonio, un ejemplo, desde aquí mi pequeño homenaje a quien me trasmitió la importancia de ser honorable, y trasmitirlo, sin mucho éxito, en una época, donde honor es palabra propia de soldados, piratas, samuráis o luchadores de circo romano. Honor, no es el grito de guerra de un gladiador hispano, honor es una forma de entender la vida, es parte de lo que entiendo como vida, en cualquier caso, y tal como decían los romanos. HONOR.