Suelo pasear por el centro de Madrid, y he de reconocer que debemos agradecer a la multitud de extranjeros residentes, sobre todo sudamericanos, que viven ahora en la capital. Los restaurantes y bares de moda los ocupan en un 80%, las tiendas de lujo, las viviendas de lujo… y la vida que se respira en uno de los barrios mas lujosos y con mas clase del mundo. Los turistas admiran y a su vez envidian a los que entienden como habitantes de el barrio de Salamanca, no solo extranjeros, también nacionales. Escuchas ese acento típico mexicano o venezolano, y lejos de apretar tu bolso contra la cadera o tu meter la mano en el bolsillo para evitar que vean el reloj que llevas, simplemente te das la vuelta y admiras lo que estas personas llevan puesto, el 90% del servicio de estos restaurantes de lujo son sudamericanos, amables, atentos y hábiles como pocos, restaurantes con Chef mexicanos, peruanos son aplaudidos y admirados por los españoles de “toda la vida”. En resumen, Sudamérica a conquistado los barrios mas ricos de Madrid y le han dado vida, esplendor y clase.
Una vez dado ese paseo, vuelvo a casa en mi coche escuchando mi amada radio y escucho, racismo, inseguridad, peleas, asesinatos, deportaciones, bandas… y odio, odio por los inmigrantes, que ahora ya no son extranjeros, y que parece que vienen a destruir a España y los españoles, peleas entre partidos por defender a unos y otros, comisarias con puertas giratorias…
En apenas 10 minutos pasas de amar México a odiar Colombia o Costa Rica, bueno realmente a sus habitantes que vienen a España a robarnos y pegarnos.
La reflexión, sin utilizar chat GPT o similar, es que seguimos siendo cada vez mas idiotas, y claro que dependemos de la inmigración, y claro que necesitamos inmigrantes, y como no, se adaptan a nuestras costumbres, solo hace falta ver comer a saudís en Jorge Juan a las 18:00 y sobre todo beber, lo tengo tan claro, y sigo admirando su espíritu de superación y sacrificio en algunas ocasiones, que realmente al que admiro es al mexicano que vive en Usera y trabaja 12 horas cada día en un restaurante del barrio de salamanca sin familia, sin amigos, y en algunos casos sin papeles, mas que al mas que posible narco o empresario sin escrúpulos que se ha traído millones vía bancos suizos para vivir y comer, siendo admirado.
El resumen es sencillo, si el inmigrante delinque, expulsión inmediata, pero si no lo hace, trabaja y mejora este país llamado España, bienvenido sea, y la solución la tienen ellos, que señalen a esa minoría y si delinquen, a su país, nos es mucho mas barato deportarlos de inmediato, que seguir manteniéndolos. Pero repito, seamos coherentes ,pensemos, dejemos las redes y medios, y sepamos distinguir, gilipollas nacionales, no nos queda mas remedio que aguantarlos, pero a los que no lo son, que los aguanten en su país, a la gran mayoría, bienvenidos y gracias.
