JOYERIA NATIVO-AMERICANA: UNA HISTORIA DE MODA.                          

Desde hace unos meses, me di cuenta de que las pulseras de caballero estaban cogiendo mas fuerza. Ya no solo por la aparición de varias marcas, sino que era ir por la calle y ver a todo tipo de hombres con ellas, desde skaters o indies por Malasaña, hasta empresarios por el Barrio Salamanca. 

Debo admitir que yo soy usuario de ellas, siempre me parecieron un gran complemento que, combinado con el reloj, podía hacer de cualquier conjunto algo muy especial. En mi caso particular, fue variando, tanto la cantidad de pulseras como los tipos. Pulseras de tela, de piel, con cuentas, de plata, con piedras… siempre que podía compraba alguna nueva.

Solía llevar pulseras de tela, pero la humedad y sobretodo la cantidad de ellas que tenía me hicieron ir prescindiendo de ellas poco a poco, hasta que me encontré con una muñeca desnuda. En ese momento apareció en mi vida un tipo de pulseras que me engancharon desde que las vi, las pulseras de plata de influencia nativo-americana.

A pesar de que, en su mayoría, hoy en día usan la plata para su joyería y artesanía, la verdad es que hasta 1870 no se usaba dicho material. La historia de este tipo de joyería se remonta al 10.000 a.C. En esta época, las diversas naciones nativo-americanas usaban diversos recursos naturales para la decoración de sus ropajes y fabricación de su joyería. Desde huesos de animales, raíces de plantas, fibras, conchas y piedras… Las piedras preciosas o semipreciosas que se emplean son sobretodo la turquesa, la charoita y la howita.

No se usaban como simple elemento de decoración o complemento, sino que servían para indicar tanto el rango de la persona que las llevaba, como su propia historia, dependiendo de que piedras o materiales que se usasen. 

El primer nativo-americano que se conoce que empezó a trabajar la plata fue uno del pueblo navajo, llamado Atsidi Sani. Tardó años en perfeccionar su técnica, ya que al principio trabaja de forma muy rudimentaria. Gracias a él, los Navajo aprendieron a fundir plata en arenisca o toba. De forma individual y la vez ayudándose entre naciones, los diferentes pueblos fueron aprendiendo diferentes técnicas sobre el manejo de la plata. Entre los Zunis, destacó el maestro Layande, que conoció las técnicas de los navajos a cambio de ganado.

No es hasta principios del s. XX, cuando los nativo-americanos (Navajos, Hopis, Zunis…) empezaron a vender su joyería y su orfebrería a personas que no formasen parte de su pueblo.

Hay que tener en cuenta que tanto algunas piedras como algunos otros materiales, fueron traídos por los conquistadores. Debido a esto, algunos de los motivos de los productos que se elaboran después de este hecho histórico, son del antiguo continente. Antes de la llegada de los españoles, los dibujos o formas de las joyas era de animales como la tortuga, la serpiente o el perro hembra, que significaba la fertilidad del agua; o el cuervo que simbolizaba la vida, el crecimiento y la muerte.

Los navajos se caracterizaron por dos tipos de artesanía, por un lado, las joclas, que eran grandes pendientes hechos de huesos, o turquesas. También eran conocidos sus brazaletes o ketoch, piezas de plata con piedras que usaban los arqueros.

Otro de los pueblos de los que ya se ha hablado eran los Zunis, que su orfebrería y joyería era diferente a la de los Navajo. Ellos cuidaban mucho más los detalles y la decoración. Su gran característica eran las piedras alisadas unidas entre ellas.

En el último siglo, los artistas nativo-americanos que más han fomentado la joyería y artesanía de estos pueblos fueron Kenneth Begay y dos nativos del pueblo Hopi, Preston Monongye y Charles Loloma.

Actualmente, este tipo de pulseras, no son desconocidas en las redes sociales, ya que, por aplicaciones como Instagram, se puede ver que diversos bloggers e influencers usan esta joyería tan rica en historia y calidad. Pintores como Mark Maggiori, estrellas de Instagram como Alessandro Squarzi o actores como Johnny Depp

.

Unas pulseras con una gran historia que, por supuesto están volviendo de moda, no solo en las naciones nativo-americanas, que hay nunca dejaron de serlo, sino que personas de todas las partes del mundo están empezando a usarlas y a conocer su procedencia y riqueza cultural.