La vida no suele ser justa, o al menos eso pensamos, yo creo que con la mayoría lo es, incluido conmigo, pero cierto es que hay circunstancias que cuanto menos te plantean ese derecho a pataleta, en esta ocasión y por primera vez estoy viviendo algo muy de moda que se llama mooving, lo que siempre se ha definido como “putearte hasta que te vayas” pero es cierto que el castellano es rico, pero no hay término que define esto, por lo que aceptemos el anglicismo a la espera que encuentre la palabra que estoy seguro existe.
En el colegio todos hemos tenido cierta sensación de que te den por saco o sentirte desplazado, en mi caso lo combatí con ingenio, analizas la situación, te quitas del foco de atención y tratas de adaptarte al medio, eliges a tus enemigos, te rodeas de supuestos amigos, pero sobre todo y clave, te quitas del medio y pasas desapercibido, aunque sigo sin encontrar la palabra, si grandes frases “no hay peor desprecio que la indiferencia”, esto me permitió sobrevivir dignamente para pasar a ser de los que decidían a quien despreciar, en mi caso nunca señalé a nadie, y como un buen Cesar o gobernante salve a mas de uno de la quema.
Hasta ahora siempre he conseguido estar en los consejos de “despreciadores”, repito, nunca he despreciado ni hecho mooving a nadie, al menos conscientemente, pero yo era la amenaza o simplemente al que se “la sudaba” la opinión que tuviera cualquiera de mi, inmunidad.
Pero todo llega y toca o casi todo, pues aquí estamos, siendo objeto en mi trabajo de lo que se denomina “tocar los cojones”, y donde en este caso vuelvo a mi técnica de ignorar, cumplir y esperar, es cierto que estoy desentrenado, en el colegio era cierto que tenia sobrepeso, unas gafas difíciles de describir, aparato en los dientes de aquellos de hierros de acerinox visto y un aspecto de mezcla magrebí y tunecino, y ahora entiendo que laboralmente no soy el equivalente, pero si es cierto que cuando alguien compra, lo primero que hace si no es muy inteligente, es cortar la cabeza de los que pueden amenazar su estatus de prepotente, y aquí me hallo, defenestrado, tras una planta y teniendo que enviar un Excel cada día con lo que hago y con quien estoy. Malos momentos para la lírica, pero toca volver a ser inteligente y no dejarme llevar por mi signo del zodiaco, respiremos hondo y pensemos.
No seré de los que deciden tocarse las pelotas y esperar a que le echen, si me pagan trabajo, no tengo otra, tampoco he podido cambiar las normas sin sentido, la ley no me ampara y tampoco quiero entrar en juicios, siempre me he ido por la puerta principal y cabeza alta, no será esta la primera. Pero bueno aquí estoy, escribiendo esto un domingo donde tengo la misma sensación de cuando iba al colegio y no me apetecía ir bajo ningún concepto, pero como decía Forest, la vida es como una caja de bombones, y este es de licor del malo.
“ A problemas, soluciones” . Cuando eres el blanco de todos, lo mejor es buscar que cambien de blanco, pues eso haré, al menos a corto plazo, demostrar lo que valgo, que valgo mas de lo que me pagan y salir si debo y lo considero con la cabeza alta, como siempre. En estos casos los egos donde los huevos, dentro de los pantalones, positivismo, miras a medio plazo y asumir que a uno no le quieren donde está, no siempre van a quererte, asumirlo es parte del juego, esto es un trabajo no una relación. Y obviamente buscar algo mejor donde si te valoren, pero ni soy de rendirme, ni soy de abandonar los barcos, primero demostrar que soy mucho mejor de lo piensan, y luego cuando el barco vuelva a navegar, buscar puerto para salir con mis mejores galas, cuando nadie se lo espere, por la puerta y con un recibimiento digno de un rey y una despedida digna de aquel que siempre se portó como un señor.
En el trabajo soy un mercenario, lo hago por dinero, pero con honor, si no me quieren, me voy, pero me voy e insisto, no me echan, si lo hicieran, seguiría saliendo por la puerta con la cabeza tan alta como si me fuera.
A los que ya habéis abandonado el barco, a los que están por abandonarlo, a los que han decidido no trabajar, a los que han decidido tras echarles por la puerta de atrás tratar de engancharse de mi y ahogarme en el camino, para vosotros “no habrá paz para los malvados” , para el resto “que os vaya bonito” para ti “que te jodan”.
Nos leemos en los próximos días o meses o años al respecto, si me pedís mi opinión, semanas, otra experiencia mas, esta vez la del mooving, afortunadamente no demandaré por depresión o me sentiré marcado de por vida, ni los echaré de menos, ni me echaran, una nueva vivencia, desagradable, lo que no te mata siempre te hace mas fuerte, y a mi me han intentado matar muchas veces, afortunadamente aquí sigo.
Si esto le sirve a alguno en esta situación, me alegro, si no, me es indiferente, este es mi rincón de desahogo y simplemente pretende eso, desahogarme y registrarlo.
Que les vaya bonito …

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