El orden es clave en la vida

Orden, ordenar, palabra ambigua por significado y fuera de contexto, pero que en mi caso en breve conseguirán situar como: “Necesidad de una persona de conseguir que en su vida, en su mente, todo tenga un lugar, un espacio, y sobre todo, un orden de magnitud, para poder dar equilibrio a una situación o situaciones tanto emocionales como de cualquier otra índole” 

46 años de caos, dan para bastante, quizá 46 sean muchos, ya que mi caos interno, viene de hace relativamente poco tiempo, mi vida, como la de muchos es un torrente de sentimientos y objetivos encontrados, dirigidos diría yo con perspectiva, que hacen que lejos de ser, simplemente pretenda cada día llegar a ser. Esto traducido, sería una necesidad de llegar a parecerme a personas o personajes, creados por “marketinianos” que buscan que por un lado consuma, y por otro haga su trabajo. 

Desde que tuve uso de razón hasta los 13 años quería tener una bici y destacar en algún deporte, físico o intelecto eran secundarios, tuve una bici casi a los 11, ni que decir tiene que no destaqué en ningún deporte, pero si forje una personalidad basada en la crueldad de terceros, cuando no destacas en nada, y fisicamente no eres muy agraciado, no me entiendan mal, no es el típico caso de niño infeliz por “puteo” (odio los anglicismos como bullyng), fui muy feliz en mi infancia pese que hasta los 14 la única chica que se fijara en mi fuera mi madre, pero repito, eso me ayudo a tener un objetivo, ser un conquistador de féminas nato . 

De los 14 a los 22, mi sueño se hizo realidad, a costa de hacer a mis padres la vida imposible, casi dejar los estudios……. Suena también a película de autoayuda, pero sí, el rencor forja personalidades, y yo me propuse vengarme, y realmente no se si ahora con perspectiva, puedo decir que lo conseguí, pero realmente, lo que si tengo es un buen recuerdo, un gran recuerdo, que no cambiaria.  Era el “popular” del instituto, y las chicas eran un objetivo relativamente sencillo de conquistar, mis antiguos compañeros que me ignoraron años, se convirtieron en candidatos a mejores amigos, y en algún caso, a candidatos a partirme la cara, pero lo había conseguido, pagando un alto precio claro esta, que en esta vida todo cuesta.

De los 22 a los 30 viene la etapa mas ordenada y aburrida de mi vida, me di cuenta que tenia que estudiar de una vez por todas, tener dos o tres amigos, y una novia de las que te dan equilibrio y acabas casándote con ella, esta etapa estuvo llena de dosis de realidad, todos tenemos nuestro pequeño drama, y en mi caso en esos 8 años maduré demasiado deprisa, con un orden impuesto por primera vez no por anuncios de la tele, ni por los “popu” del instituto, esta vez era la vida la que me ponía e imponía un orden, y como si fuera un imán de un desguace, me ponía en su sitio atrayendo ruinas, enfermedades….. realmente y esto es verídico, pensé en maldiciones e ir a un curandero.

De los 30 a los 42 pase del “carpe diem” fruto de esos años “traumáticos” a “soy imbécil” , me case, tuve dos hijos, me arruine cual americano de pro, me reinventé, pase del cielo laboral, al infierno de los hijos de la crisis en apenas un par de años, me compre deportivos de 6 cifras y acabé en furgonetas de 3…….. En este caso la vida me puso en su sitio, y el caos, muy lejos del orden que me impuse, me hizo pasar en 12 años de ser el próximo vecino de cualquier rico de la moraleja, a ser un paisano de un pueblo perdido de la alcarria. Ojo, no reniego de esa etapa, aprendí mucho, de la que más, aprendí y valore el orden mental, descansé y me di cuenta de lo importante que son las cosas que no se compran con dinero, y sobre todo empece a ordenar mi mente, mi lista de objetivos, cultive algo importantísimo “humildad y realismo”, mi orden de prioridades, y en estos 4 años, he ido construyendo con cierto orden, lo que espero sea el mundo que me espera, si dios quiere, claro está, que si algo he aprendido también, es que el hombre propone y dios dispone. 

Bien, no me arrepiento de nada, porque sin todo esto, no sería quien soy, y no soy el mejor, pero me he aceptado por fin o casi, he establecido ese orden, o estoy estableciendo ese orden de prioridades, ese orden interno, ese equilibrio. Y es que sin todo lo que he vivido estos 46 años, el resto no habría sido igual, no me arrepiento de lo que he hecho, y les aseguro que mi lista de “cagadas” es larga y de categoría, pero somos lo que hacemos, lo que vivimos, y no debemos ni podemos renegar de ello, lo bueno es aprender de todo eso, y utilizarlo, nunca es tarde, esta frase puedo sonar a libro de autoayuda, pero es cierto, solo cuando te mueres, es tarde, mientras el mundo siempre te brinda grandes oportunidades, aprovéchalas, se y haz, me quedan espero, otras decenas de cagadas y aciertos. 

Orden, el orden interno es la clave, si se fijan, la vida son aproximadamente 8 décadas de cambios, cada década es un escalón, para, con suerte, acabar tras los 50 por disfrutar desde la cima de, a ser posible, otros 50, pero con las ideas claras, con orden. 

Dicho esto apunten y en función de rango de edad actúen, a mi, si es posible, y así lo intentaré, me quedan aún décadas, escalones, proyectos y descanso, descanso de guerrero, de aprender, de ser, de estar. Como escribí hace tiempo, punto de inflexión los 50, aunque me queden 4 años aún, debo prepararme para ese momento, y como si de una cita se tratase, prepararme, dejar lo malo o que no aporta atrás, quedarme con lo bueno, y seguir buscando lo mejor, pero con orden, ideas claras, por el camino de las baldosas amarillas, sin atajos, pero con ilusión, y aceptando, que volveré a equivocarme, que me queda ver como pierdo a gente querida, como otros vuelan con mayor o menor acierto, pero sin conformarme. Que alguno puede interpretar esto como una retirada, y nada mas lejos, es simplemente un nuevo escalón, pero con menos mochila, menos cosas inútiles, y sin prisa por llegar al siguiente escalón. Ya saben, reflexiones de inicio de año, cerca de como decía mi padre a los 50, doblar el mapa, pues doblemos el mapa, pero con orden e ideas claras.