Cree hace tiempo un buen programa de radio, de menos a mas, cuatro años hasta esa maldita pandemia, cree una web hace mas de 6, de ahí viene el nombre del programa de radio y de una forma de ver de las cosas, “estilo y finanzas”, estos dos conceptos han marcado el devenir de mi vida y futuro estos últimos 8 años. Perdí la fe, la volví a encontrar y ahora cumplidos los 50, me propuse continuar con aquello que había comenzado, haciendo de esta web mi pequeño auto regalo, pensé en volver a hacer radio, pensé en volver a escribir, lo manifesté en algún que otro articulo, pero desafortunadamente estos últimos meses no han sido los mejores, demasiados problemas, demasiado trabajo y una pérdida de fe en las personas, en la sociedad, en lo que nos estamos convirtiendo, en lo que son y pretendo no ser, una rendición camuflada de excusas, las excusas que enumero en esta misma frase, las excusas de cobardes que nunca debería haber utilizado.
Quizá lo peor que me ha pasado estos últimos meses es no encontrar a nadie que me inspire, alguien del que aprender, y no lo ha sido porque considere que yo he llegado a ese punto de perfección del que entiende que ya no tiene nada que mejorar y aprender, ni mucho menos, estoy a un abismo de llegar a ese punto, y dios me libre de hacerlo, ha sido porque creo que me he rodeado de tal mediocridad estos años, que la sociedad se ha anestesiado, aborregado y lobotomizado, que encontrar a alguien que tenga principios, valores y que los defienda a capa y espada cual caballero castellano del siglo de oro, que me cuesta escribir o defender ideas en las que creo y que cuando empecé todo esto, decidí reflejar en este libro vital .
Pues pido perdón, me pido perdón, esto no lo hice o hago para nadie, lo hago para mi, desde el primer día fue simplemente un reflejo de lo que soy y defiendo, el resto, el mundo, la gente, me es y será indiferente. Me he dejado arrastrar por la indiferencia, me he rendido a la mediocridad que me rodea, a ese mundo cargado de marketing en videos de segundos, pero que ha perdido desde hace mucho la verdadera realidad de una filosofía o principios propios, la de disfrutar cada momento, cada cosa, cada lugar, sin importar el quien, y para quien.
Alguno dirá que incongruencia, publica un blog, publica en Instagram, pero a su vez critica lo efímero y hedonista a corto plazo de esos medios, pues es relativamente cierto, yo no escribo ni publico para que alguien lo vea, lo publico para disfrutar de ello, mi único objetivo solamente es uno, que me guste a mi, no gustarle a nadie, ni me importan las visitas, ni los seguidores, me gusta simplemente el soporte, me resulta práctico, no es un libro pero es un buen soporte.
Lo cierto es que si recurro a mis publicaciones estos últimos 4 años, hay varias reflexiones que ponen punto y seguido a este blog, y es que como he dicho, mi blog refleja lo que soy, mi estado de ánimo, o mi interés.
Pero no todo es negro, ni tan siquiera es gris, hace un par de meses me llevé una alegría, la revista Gentleman no desaparecía tras un mes en la “nevera”, el primer mes de febrero donde no publicaba desde su cambio de editorial, descubrí un nuevo intento de reflejar lo que es para mi lujo en papel, Class Paper, revista trianual donde su primer número es una oda al buen gusto, y el buen gusto no tiene precio.
Seguiré tratando de hablar de finanzas, y lo que entiendo por estilo, seguiré pero sin exigirme, no tengo obligación de publicar una o diez veces al mes, pero si me obligaré a seguir escribiendo, y seguir leyendo, lo primero lo hago bastante mal, pero me desahoga, lo segundo de forma intermitente, pero me sigue haciendo soñar. Otra buena noticia, han cambiado el proveedor de las tartas de queso de Starbucks. En la vida siempre debes ver el lado bueno de las cosas, pese a que el mundo te obligue siempre a ver el lado malo y oscuro, o peor aún, el lado que quieren ellos que veamos. Seguimos en la lucha, seguimos siendo un Quijote, sigo siendo yo.

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