Resetear, curiosa palabra, periodo de cambios, curiosamente y en mi caso suelen coincidir con números relativamente redondos de edad. Este corresponde al cambio de los 50, 2 años donde y aunque no era el plan, vivo el mayor momento de inestabilidad desde hace 15 años. Imagino que cuando somos jóvenes imaginamos llegar a esta edad con las cosas claras, el camino andado, y simplemente pensando en como acabar nuestros días laborales dejando un legado o buscando una buena pensión, en mi caso he de reconocer que pasado el hito de los 40 y lo del borrico, pensé que a los 50 al menos estaría tranquilo, pues ni borrico ni tranquilo, si en algo me he empeñado, es en romper tópicos, y generalmente para mal. Cierto es que estoy mas cansado y cuesta, con 30 o 40 aún me comía el mundo y veía en el tiempo un aliado, ahora es complicado evitar que el mundo me coma, y desgraciadamente el tiempo ya no juega a mi favor, digamos que he doblado el mapa siendo muy muy optimista, y que los 50 no son los nuevos 30. A esta edad empiezas a ser un bulto sospechoso, con buenas relaciones, experiencia, pero caro, y sobre todo, molesto. Molesto porque cambiar a los 20 o a los 30 es fácil, a los 40 complicado, a los 50 misión imposible, ahora es un “me aceptas como soy o me echas”, y eso cuesta, ilusionar a un tipo de 20 es fácil a uno de 50 simplemente lo que haces es darle una oportunidad para no verse como Bardem en los días al sol. Suena trágico y duro, pero seamos realistas, inestabilidad laboral a los 50 no es lo deseable, y sobre todo ya no juegas en misma condición que el resto, lo de la edad es experiencia, como lo de la arruga es bella, o la belleza está en el interior.
Bueno ya me conocéis, no todo está perdido, hasta aquí la realidad digamos mas standard, ahora a por el reto real, el primero cuidarse mas que las plantas el padre Mundina, y si no sabes quien es, esta reflexión no te compete, si hay salud el resto es secundario y conseguible, por lo tanto usemos la mente, la química y asumamos que ya no vamos a estar como un tipo de 20, pero que el objetivo es simplemente estar y estar lo mejor posible para la edad que tengamos, mente sana, cuerpo sano.
Si cumplimos la primera premisa, la segunda es mas sencilla, analicemos en que somos buenos, y reflexionemos, ya no somos los mas rápidos, los mas lúcidos, ni tan siquiera los mas actualizados a nivel herramientas, pero sabemos esperar, nos han dado mas golpes que a una almohadilla en las ventas, sabemos encajarlos y sabemos como levantarnos, observemos y actuemos.
Segunda premisa, ideas, estamos mayores pero no gilipollas, y el coco sigue funcionando, ideas que se adapten a lo que queremos hacer los próximos 20 años, y esto no admite excusa, el cerebro debe estar siempre ocupado e ilusionado, y si no sois capaces, prejubilación o subvencionado, una salvedad, los que compensen las ideas con una capacidad de sacrificio tremendo a nivel horas y trabajo, de esta generación aún quedan bastante, en 10 años, 0.
Puesta en práctica de las mismas, cierto que el margen es poco o 0, cierto es que posiblemente tengamos que volver a trabajar 14 horas al día y es cierto que debamos ayudarnos de la química, pero quien dijo miedo, orgullo y “nunca rendirse”.
Llegados a este punto y si hemos conseguido motivarnos, a la guerra, no queda otra, hay que pelear, y rendirse nunca es una opción, no nos tenemos que frustrar por no ser como antes, por no tener la misma energía, por no tener la misma ilusión, pero es normal, tenemos otras armas, tenemos otras ventajas y sobre todo otros objetivos. Honor y cojones, no hay otra, ellos no lo entenderán, y tampoco los tienen, ni uno ni otro.