Siempre me ha movido la pasión, pocas veces la razón, y pocas cosas me han apasionado en esta vida, muchas me han decepcionado. Quizá las mas decepcionantes las personas, amigos, novias, amantes… y puede que el problema sea yo, y puede que esa afición desde pequeño a estar solo sea la razón del porqué de esas decepciones, y puede que no tuviera suerte con mi familia, tengo claro que no la tuve con mi hermano, pero siempre he disfrutado de la soledad. 

Cuando llegas a mi edad ya no hay mucho margen de error, esta sociedad es así, o has triunfado o eres un fracasado, o has encontrado al amor de tu vida o nunca lo encontrarás, o has conseguido ser una familia feliz, o ya jamás la tendrás (nunca he sabido que es eso de una familia feliz, tampoco he sabido definirlo). Por lo tanto, ahora ya solo queda aprender de los errores, asumir que eres y sobre todo que lo que importe el resto del mundo te debe importar cero. 

Llegar aquí no es nada fácil, al menos no lo es si asumes como yo todo lo dicho anteriormente, hay gente a mi edad que defiende aquello de que tiene toda la vida por delante para seguir haciendo cosas diferentes y nuevas, enamorarse o simplemente cambiar, en mi caso repito, asumo que soy lo que soy, simplemente debo quedarme con lo mejor y desechar el resto. 

No soy un tipo familiar, nunca desde que falleció mi abuela materna he tenido esa sensación de familia, he tenido una adolescencia feliz, fui adolescente egoísta pero poco problemático, mal estudiante y un “disfrutado” oficial, romántico y con decenas de amigos, a los 13 descubrí el marketing personal y como ser un tipo envidiado, a los 20 me di cuenta de que todo aquello me importaba un carajo, quizá porque había conseguido ser de lo mas popular y tener a cualquier chica (casi cualquier chica) que se me antojara y ser considerado uno de los tipos top de aquella época, lo cierto es que disfruté, fui feliz y los mejores veranos e inviernos que recuerdos son de aquella grata adolescencia. 

Me di cuenta de varias cosas, nunca sería un macho semental que me liara cada día con una chica distinta, me aburría sobre manera y era un romántico fan de Hombres G, no quería ser el mas popular, sinceramente me bastaba con mis amigos de siempre y estar en la plaza de siempre, me apasionaban las motos ( trabajé como mensajero y tuve 3 vespas diferentes) y me había comportado como un gilipollas con mis padres a los que sutilmente extorsioné para tener un coche a los 19 y una moto a los 14 y 16, con 20 años me di cuenta de que era un soberano gilipollas y que no podía seguir así, y cambié.

Como en todo cambio, y mas si decides pasar de protagonista a secundario o simplemente árbol de obra de teatro, el 90% de la gente que conocía se olvido de mi, y yo de ellos, las chicas ya no eran las mas guapas de la universidad y empecé a disfrutar de dos cosas, la soledad de pasear por el campus, el estar en casa escuchando música y el perderme por Madrid y recorrerlo de arriba abajo subido en una Px200. 

Y todo dura lo que dura, la cabra tira al monte y un hippie de universidad tampoco he sido, por lo que pasé a tener como objetivo el ser un Mario Conde cualquiera y empecé a trabajar en un banco, bolsa, mercados, devorar libros y aprender de los mejores, eso si ha sido una de mis pocas virtudes, asumir que soy mediocre y aprender de los mejores para dejar de serlo. Y de nuevo la volví a “cagar” pensé que la felicidad era ropa de logo visible, gomina, coche de lujo, negocios y empresario banquero gestor sin escrúpulos y comer en los restaurantes mas caros de Madrid, y así fue, el único nexo en común con mi época anterior donde estuve a gusto conmigo mismo era mi fidelidad a la que era mi mujer, nunca tuve interés en el poliamor, y una moto en mi garaje que por aquel entonces apenas disfrutaba, descubrí para que sirve un coche caro, para enseñarlo, y descubrí lo fácil que es ganar dinero, y perderlo, bueno eso lo hice en 2011. Casado, hijos, coche de rico, casa de rico, viajes en familia de rico y frustración cada noche por no saber muy bien que quería, y si era esto lo que quería, pero cuando te montan en ese tren, bajarse o pararlo es imposible, salvo que descarrile o te tiren en marcha. 

Y eso ocurrió en 2012, me tiraron en marcha y sin billete, y aquí aprendi en mayúsculas que es el fracaso, como asumir lo antes posible que has fracasado y estas en una situación jodida es lo mejor, y como desde el fango asumir que los últimos 10 años te habías equivocado pensando que “nada es para siempre”, de aquel naufragio no me quedó nada mas que unos padres condescendientes, un hermano que me hubiera pedido mas aún no teniendo yo y tres años en un pozo donde dilapidé mis pocos ahorros, mi prepotencia, mis sueños de ser millonario en la moraleja y mi tontería supina. Perdí a todos mis “amigos”, creo que todos temían o que les pidiera trabajo o dinero, o ambas cosas, estuve unos 7 años sin comprarme absolutamente nada (aquí aprendí lo importante que es invertir en buena ropa, aún conservo ropa de entonces en perfecto estado) , mi coche tenía unos 14 años y tuve que vender mi moto. Quién estuvo a mi lado, y no se si por obligación o falta de narices para mandarme a tomar por saco, mi mujer y poco mas, el resto se esfumó. 

Cuando van mal las cosas es sorprendente como acabas por conocer a gente en tu misma situación y lo bueno que son esas terapias de bar o terraza comentando lo mierda que es esta vida y lo mal que nos ha tratado. Y aquí hasta entrados los 40 con creces y en esos años donde vivía con lo imprescindible y acepté trabajos de fracasado con mi experiencia y edad me di cuenta de que echaba de menos. Y eso se resumía en volver a tener una moto y perderme por las carreteras, poder comprarme ropa nueva y un reloj, a nivel emocional simplemente tener claro que contaba como patria mis zapatos y como manos mi ejercito, el resto simplemente trataban de aprovechar lo que pudieran durante el tiempo que pudieran. No esperar nada de nadie es la mejor lección aprendida en esos 3 años de penurias y 3 de penitencia y tragarme mi orgullo trabajando para gente a la que he hecho mas rica a cambio de migajas. 

Y si peleas y crees en ti vuelves, con suerte claro está y salud, a asomar la cabeza como el mono Burgos en aquel anuncio mítico, y vuelves ya no a jugar en primera, pero si en Referente, porque sabes que es tu lugar, y convives con gente rica a la que debes la sumisión del que trabaja para ellos y aprovechas sus migajas, y asumes que no serás rico ni falta que hace, pero tampoco volverás a creer que puedes serlo porque no lo necesitas. 

Estas cosas las escribo en primer lugar para desahogarme y en segundo por si en alguna ocasión a alguien pueden servirle de algo. A mis 50 asumo que no todo va a ser maravilloso, que no necesito de fiestas (que nunca me gustaron) , ni de mujeres (que siempre me sobró con una), ni de coches (que siempre fueron mi peor inversión y un mero objeto de hedonismo gilipollas), ni tampoco de ser un importante y reconocido directivo o empresario, ni de tener la mejor casa de la moraleja … tampoco de tener muchos amigos, ni tan siquiera amigos, y tampoco tener una familia como la de alguna influencer, la mía es mas parecida a la de el rey desgraciadamente. 

Tampoco voy a dejar mucho a mis hijos salvo lo que consigan que no me gaste, quiero estar tranquilo y seguir en la medida que mi cuerpo me lo permita disfrutando de mi moto, de mi ropa, mis zapatos, mis relojes, mis viajes y mis paseos. De mis proyectos a nivel laboral, de esas locuras que no cuestan o esos grandes negocios que me permitan viajar mas lejos, pero que en ningún caso serán un objetivo, simplemente serán una casualidad. 

No me arrepiento de nada, no es el momento, ya daré cuentas cuando me muera a quien deba dárselas, no creo haber hecho daño a nadie nunca, perdono a todo el que me lo ha hecho, no quiero nada de nadie, tampoco que nadie me lo pida, no quiero cambiar, ni que me cambien ni mucho menos cambiar a nadie. Quiero ser simplemente lo mas feliz posible con lo que tengo y me venga dado, no pienso quejarme mas de la cuenta, no voy a echar culpas ni pedir explicaciones. No me parece justo, pero no voy a tenerlo en cuenta familia, no os guardo rencor conocidos, no podría pedirte mas Dios y siempre darte las gracias. 

Seguimos. 

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